«Mis amores» o «Las cámaras de mi vida»

Nikon girl in Firenze

Fotografiando Florencia en 1985

 

Mi amor por la fotografía nació cuando tenía nueve años, estaba enferma de hepatitis y de navidad me regalaron una camarita Kodak Instamatic de 110 mm. Desde ese momento quedé prendada.

Después de unos años me gradué a mi primera cámara reflex, una Nikon FG-20 con la cual aprendí a tomar fotos en modo manual. Recuerdo que siempre compraba rollos asa 100 porque los de asa 400 eran mucho más caros. También pensaba dos veces antes de hacer click, pues los rollos sólo tenían 36 exposiciones y no era barato revelarlos. Había veces que llevaba mi rollo a revelar a la farmacia que estaba frente a mi casa y pasaba los días esperando con ilusión el resultado de una captura que, según yo, iba a ser espectacular. Después de toda una semana pasaba a recoger mis impresiones para decepcionarme con esa y sorprenderme con alguna otra.

La escuela era uno de los lugares donde más practicaba. Llevaba mi cámara (que en ese entonces sentía enorme y ahora veo como de juguete al compararla con las reflex de hoy en día) y tomaba fotos en el recreo a mis compañeras, a mis maestros y a las monjas. Se me hizo fama de «fotógrafa», así que cuando mi generación llegó al último año fuí la encargada de hacer el anuario y de documentar todos los eventos de ese año. ¡Fue muy divertido!

Seguí llevando mi cámara a todos lados hasta que me dieron una Canon (shhhh… use Canon en esa época)  que era el colmo de la modernidad porque tenía todo automático (exposición, foco, incluso avanzaba el rollo sola) y la comodidad de solo apuntar y disparar me conquistó. Metí mi reflex a un cajón donde estuvo guardada 20 años y de donde la rescate, intacta, hace poco. Su lente 50mm 1.8 aún lo utilizo en mi cámara actual y es una maravilla.

Los años pasaron, tomaba siempre fotos, pero con camaritas tipo Sony Cybershot, documente mis viajes, mis fiestas, la niñez de mi hijo, pero olvidé todos mis conocimientos técnicos y, cuando quise retomar tuve que estudiar todo otra vez. Pueden leer acerca de la cámara que use en esa época en «No importa la cámara»

Al terminar el curso básico y ya segura de que esto era mi pasión y no sólo algo que iba a hacer por poco tiempo, adquirí mi primera reflex digital auténtica. Una Nikon D7000 que estuvo poco tiempo en el mercado pero que era un avión entre las cámaras semi profesionales. También la tuve un par de años cuando, a insistencia de profesores y colegas, la vendí para «graduarme» a la cámara que utilizo actualmente, una Nikon D750 que es full frame y con la que me siento sumamente cómoda. Llevamos poco juntas, aún tenemos que conocernos mejor, tengo que estudiar sus alcances y sus mañas, pero sospecho que esta relación será larga, confiable y dará hermosos resultados.

Así que… ¡a seguir fotografiando!

11 comentarios en “«Mis amores» o «Las cámaras de mi vida»

  1. Muchas felicidades, por el camino tan hermoso que caminas y no deja de sorprendernos cada pasa que das.
    el gran ojo que tienes la dedicación y el amor por tu pasión lo compartes en cada imagen, y me encanta caminar juntos y apoyarte como bastón, sherpa y lo mas importante compañero de vida.

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